Hay muchos empleados públicos con más
de 20 años de antigüedad en las distintas reparticiones. Esperan, que alguien se acuerde de ellos, tal ves el funcionario de turno o el gobernante, contemple la posibilidad algún día de brindarles un ascenso de categoría antes de la jubilación. Eso, muy pocas veces pasa, pero en la Subsecretaria de Obras Publicas, existen personas que se aferran al sillón, para no jubilarse.
Tienen la edad de sobra, la antigüedad y no se van, quitándoles la posibilidad a otros agentes de lograr una mejora en sus salarios.
Con artimañas y cajoneando expedientes, Carmen Bonazzola Directora Administrativa, hace cuatro años que viene escondiendo su retiro, en connivencia con funcionarios del I:P:S: nos es para menos.
Esta dama, es reconocida por su habilidad a la hora de falsificar resoluciones, decretos y truchar escritos con el solo fin de beneficiar a amigos funcionarios y parientes en desmedro de los propios empleados.
Es hora que el Sr. Gobernador tome cartas en el asunto.
También en la lista de espera se encuentran; Margarita Pelszer e Hilda Acosta. Ancianas que no se quieren ir.